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Enero es, junto con septiembre, el mes de los buenos propósitos. Entre ellos no suelen faltar «comer más sano» o «ahorrar un dinerillo». Así que una buena manera de alcanzar ambos propósitos es apostar por alimentos de temporada a la hora de planificar los menús.
El alimento de temporada está muy ligado al concepto de proximidad. Un producto puede ser de temporada allá donde se produce, pero a menudo se recoge antes de tiempo para que aguante el largo viaje hasta su destino. Esta práctica resta calidad, sube el precio y la huella ambiental del alimento.
¿Y cuáles son esos productos de temporada? En España disfrutamos de tal variedad de fruta, verduras, carne y pescados, cada uno con su temporada , que una entrada se queda corta. Así que me limitaré a las frutas y verduras más recomendables para comprar a lo largo del año.
Enero, mucha verdura y poca fruta
Enero, en general el invierno, es buen momento para consumir verduras, ya que hay una gran variedad disponible: las clásicas crucíferas (coliflor, brécol, repollo, lombarda), las de hoja (acelgas, espinacas y lechuga) u otras como el cardo o las alcachofas. Con las frutas hay menos donde elegir: es la temporada por excelencia de naranjas, mandarinas y pomelos, los kiwis cultivados en España y la pera Conferencia.
Febrero, comienza la fresa
En febrero cambia poco la oferta de verduras, pero nos trae las primeras remesas de una fruta especialmente apreciada por los más pequeños: la fresa. Los cítricos siguen de temporada, especialmente las mandarinas.
Guisantes, espárragos y nísperos, lo mejor de marzo y abril
En marzo cambian las tornas. A la escasa oferta en frutas se unen los primeros nísperos y se empieza a notar cómo la llegada de la primavera desplaza a algunas verduras típicas de invierno – alcachofa, la col lombarda, apio, escarola o endivias- a favor de los guisantes y los espárragos, blancos primero y verdes después.
En abril la oferta es similar, salvo que ya se despiden kiwis y mandarinas y entramos en plena temporada de nísperos. Con las verduras ocurre algo parecido.
Las cerezas de mayo alegran el ánimo
En mayo el calor se va notando y aparecen las primeras frutas veraniegas: albaricoques, cerezas (que no picotas, ojo), melocotones y nectarinas. El calor y las horas de sol favorece el crecimiento y maduración de todas esas verduras del huerto, de las que aprovechamos su fruto: berenjenas, judías verdes, pimientos, calabacín…
Junio y Julio, una fiesta en lo que a frutas se refiere
En estos primeros meses de verano se afianzan albaricoques y nectarinas y entran nuevas y sabrosas incorporaciones: brevas, peritas de San Juan, ciruelas y como no, las primeras sandías y melones de la temporada. El panorama en las verduras tampoco está mal del todo, y junto a las hortalizas de fruto ya mencionadas puede que aparezca ya algún tomate de esos sabrosos y madurados a pleno sol. Es buen momento también para comprar los auténticos pimientos de Padrón y las variedades más sabrosas de aguacate (Pinkerton, Hass y Reed).
El desarrollo de variedades tempranas y tardías, y la implantación de invernaderos complican bastante el asunto de las verduras de temporada: al final es posible tenerlas, de una manera u otra, casi todas durante casi todo el año.
Agosto y septiembre: la huerta en su mayor esplendor
La segunda parte del verano, agosto y septiembre tiene sus propios atractivos. Podríamos decir que es el mes del gazpacho y sus variantes ya que están en sazón sus ingredientes principales: tomate, pepino y pimiento rojo. La fruta por excelencia del momento son los melones y las sandías, los melocotones, los higos y los mangos, los de la costa tropical andaluza, mis favoritos.
Setas, un manjar en octubre y noviembre
Y de vuelta al otoño. La calabaza está a punto y reaparecen las verduras de hoja, a las que demasiado sol les sienta mal. Octubre y noviembre son los mejores meses para comprar setas. Respecto a las frutas, es el momento de comprar membrillo, uvas, granada y las primeras chirimoyas.
Manzanas, peras y cítricos copan el mes de diciembre
El panorama de diciembre es parecido al de enero. Los tomates ya no son lo que eran y la calabaza empieza a escasear. Las frutas típicas son las manzanas, las peras, el caqui, la chirimoya, y como no, los cítricos. Si el invierno está siendo muy frio, lo mismo hasta encuentras naranjas sanguinas en el mercado.
Y esto es todo. Realmente no es fácil esto de acordarse de las distintas temporadas y los típicos calendarios que circulan por internet no son del todo fiables. En mi opinión, para comprar la mejor fruta y verdura, lo más efectivo y seguro es ir al mercado tradicional, buscar un tendero de confianza y preguntarle. Como conoce el género con el que trabaja, su origen y las variedades estará encantado de aconsejarte. Lo digo por experiencia.
Redacción: Caridad Calero.