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¿Qué son las micorrizas y qué tipos hay?
Las micorrizas son relaciones simbióticas mutualistas (relaciones en las que ambos organismos salen beneficiados) entre un hongo y una planta, que tienen lugar en las raíces de la planta. Esta relación se da cuando el hongo extiende sus hifas y entra en contacto con las raíces de la planta, teniendo diferentes tipos de interacciones en función de las especies que participen.
El término micorriza (raíz fungosa) aparece en Norteamérica en 1885, para describir ciertas raíces de especies leñosas que encontraban con una morfología diferente cuando estaban asociadas a hongos. Posteriormente se descubrió que no sólo se daban en este tipo de plantas, si no que la mayoría de vegetales poseían estas simbiosis mutualistas.

En estas relaciones el hongo se ve beneficiado al disponer de nutrientes sintetizados por la planta y, a su vez, este transporta minerales del sustrato a las raíces. En la mayor parte de estas interacciones, el hongo cambia la morfología de la raíz, que desarrolla estructuras que han permitido generar una clasificación que atiente a criterios morfológicos, sistemáticos y anatómicos; esta clasificación diferencia entre cinco tipos de micorriza:
- Ectomicorrizas: Estas micorrizas se caracterizan por formar una maraña de hifas alrededor de las raíces llamada manto. Desde este manto se generan algunas hifas que penetran en la raíz ocupando los huecos intercelulares y formando la Red de Hartig. Los hongos que forman estas micorrizas son Zigomicetos, Basidiomicetos y Ascomicetos, pudiendo ser alguno de los más famosos las trufas (Tuber sp.) o los níscalos (Lactarius sp.).
- Ectoendomicorrizas: Las ectoendomicorrizas o ectendomicorrizas, comparten con las ectomicorrizas la particuaridad de desarrollar la Red de Hartig, pero en estos casos no sólo ocupan intercelularmente las raíces, si no que también penetran el interior de las células. En este caso sólo encontramos Basidiomicetos y Ascomicetos.
- Endomicorrizas o micorrizas arbusculares: En este tipo de micorrizas, las hifas penetran cortez
Figura 2. Esquema de una endomicorriza a de la raíz colonizándola intracelularmente, y generan unos órganos llamados arbúsculos que se desarrollan en el interior de las células y cuya función es el intercambio de nutrientes. Se cree que es el tipo de micorrizas más extendido en la naturaleza, apareciendo en el 90% de las familias de plantas de la Tierra. Los hongos que participan en estas simbiosis son Zigomicetos y se pueden diferenciar 3 familias: Glomaceae, Acaulosporaceae y Gigasporaceae, con un total de 5 géneros.
- Micorrizas ericales: Las micorrizas ericales se caracterizan por aparecer sólo en la familia Ericaceae. Son vitales para el éxito de estas plantas debido a que suelen aparecer en suelos escasos de nutrientes. Carecen de manto y presentan hifas helicoides que penetran en las células de la raíz. La mayoría de hongos son Ascomicetos, pero también encontramos algunas especies de Basidiomicetos.
- Micorrizas de Orchidaceae: De igual manera, existen micorrizas exclusivas de las orquídeas. Tienen una fuerte dependencia de las micorrizas presentando parcial o totalmente micoheterotrofía, es decir, que obtienen nutrientes de forma mayoritaria a través de su relación con el hongo. Estas micorrizas carecen de ramificaciones y se introducen en las células de la raíz formando tirabuzones.
Figura 3. Imágenes al microscopio de un esporangio desarrollando hifas (izq) y una endomicorriza donde se aprecian los arbúsculos (dcha).
Para ver más en detalle las especies de hongos que forman micorrizas y sobre que especies vegetales, podéis pinchar en el siguiente enlace.
Beneficios de las micorrizas en la huerta
La presencia de las micorrizas genera una serie de beneficios en los cultivos, que las ha posicionado desde hace unas décadas en el punto de mira de muchas investigaciones agrícolas. Debido a la complejidad de estas relaciones, generan una gran cantidad de consecuencias en función del lugar geográfico en que nos encontremos, el tipo de sustrato que habiten, los productos que utilicemos en la producción agrícola, etc. Debido a esto, nos centraremos en los 3 principales beneficios de contar con ellas.
- Mayor captación de nutrientes: Al formarse una red de hifas, el área de intercambio de nutrientes con el sustrato se incrementa en gran medida, de igual forma que lo hace el volumen de tierra que puede explorar el sistema radicular. Además de esto, las hifas de los hongos tienen una mayor capacidad para absorber y movilizar ciertos compuestos. Es especialmente importante en el caso del fósforo, elemento que suele tener baja movilidad en el suelo y que actúa como factor limitante, y cuya absorción se incrementa a través de las hifas mediante las fosfatasas de las que disponen.
- Mejora la relación hídrica: Al aumentar la superficie de absorción, se aumenta de igual forma la capacidad de recolectar agua del sustrato. Pero, además, las hifas dan estructura al suelo, aireándolo y generando agregados, que mejoran la capacidad de retención de agua de este.
- Acción defensiva: La presencia de micorrizas evita la presencia de hongos patógenos de dos maneras: por ocupación del espacio físico en la raíz, por lo que no puede ser ocupado por otro hongo patógeno, y estimulando la respuesta inmunológica de la planta.
Cómo implantar las micorrizas
Por último, queremos comentar brevemente que en el mercado podemos encontrar multitud de productos para implantar las micorrizas en nuestros cultivos. En ellos podemos encontrar cepas de especies concretas o mezclas de cepas de las especies más típicas. Generalmente se deben implantar (ya sea en formato sólido o mediante riego) a los pocos días de trasplantar, o antes de la floración en caso de leñosos, pero esto dependerá de la especie en concreto por lo que recomendamos informarse bien sobre las especies más recomendadas para nuestro cultivo y seguir adecuadamente las recomendaciones del fabricante.